domingo, 1 de diciembre de 2013

Dicotomías

A Leticia Hernández y Fernanda Ortega


Desde el patio de la casa en la que vivo, puedo ver, estando yo sentado, las copas de dos paulonias, de cuatro plátanos orientales (enormes), de un pimiento, de una robinia tristemente mal podada y de un limonero. Más lejos y, sin embargo, más alto que todos ellos, como el espinaso de un rascacielos, puedo ver un afilado y monumental cedro. Ha de tener, al menos, unos 25 o 30 metros de altura.
El cliché del arrebol no falla. Es primavera y son ya las 8.30 PM: corre el viento obligado del ocaso y todo parece incendiarse. Como una epifanía, sobre la última aguja del cedro que hiende al aire, un tiuque se balancea negro como el árbol, contrastados ambos contra el cielo ardiente.
Entonces ya todo el entorno me parece un sueño. Me imagino y siento que soy el narrador de Una visión de un mundo, de John Cheever, y que la realidad adquiere la consistencia de los sueños. El viento insistente; la exactitud resignada del efluvio de la oscuridad. No doy crédito a la quimera que esta contemplativa paz pone frente a mis ojos. El sopor me arrebata y olvido lo que estaba haciendo. Olvidé el libro que leía. La piscina armable que llenaba se rebalsa, y despierto entonces sobresaltado de la salmodia de mis pensamientos. Siento un poco de frío y hambre. Cierro la llave de la manguera y antes de entrarme vuelvo a mirar la copa de los árboles. Todas yacen oscuras contrastadas contra el cielo azul, excepto la buganvilia que crece en el antejardín de nuestra casa. Es primavera y el ímpetu con que la nueva savia se bombea por sus venas pareciera otorgarle al lila de sus pétalos una luz propia.
Pienso entonces en un adjetivo que defina esta coyuntura. Saco mi teléfono. En el tengo instalada una aplicación de la RAE. Aunque ya conozco su definición, escribo en el buscador del diccionario la palabra eudemonía.

eudemonía.

1. f. Estado de satisfacción debido generalmente a la situación de uno mismo en la vida.

Termino de leerla y entonces me siento un tanto afortunado, y que mis huesos tienen la certera salud de un cliché.
El sopor del domingo que termina contagia mi ánimo y buen humor. Todo vuelve de nuevo a adquirir la consistencia de los sueños.
Mientras me recuesto en mi cuarto, con la idea de retomar el libro que leía, por mi mente pasa el recuerdo, sin saber por qué, de viejos y nuevos amores. De los que se han ido. De los que permanecen. De los que crecen lozanos en el corazón.
Como la buganvilia, imagino que desde mi centro la sangre se bombea más fuerte, como si la planta de mis pies entendieran al pisar el suelo que es primavera.
Eudemonía. Euforia. Animal. Busco las tres definiciones en la RAE. Pienso que la experiencia se registra entonces en la abstracción de la memoria y las palabras. Sueño y poesía: Abra cadabra / Patas de cabra: y entonces toda oscuridad se torna luz, y viceversa.

jueves, 7 de junio de 2012

Interín

Así
imbricar las cartas
de las barajas
y ver cuales se lleva
o deja
el viento

viernes, 1 de junio de 2012

Flores

I

Quisiera hablar por ellos
ellos no hablan para mí
ni para ellos mismos

Sus voces, sus palabras
sus mensajes no son para nadie
todo está en el centro a la vez

Quisiera hablar por ellos
por compasión de mí mismo
porque el reflejo de los espejos
me da pena
y esa pena enciende en mí
amores, me hace feliz
flama contenta con su trabajo
de celosía en la sombra

Quisiera hablar por ellos
porque en mi lengua,
lo que escucho
les juro
es tan bello...

La traducción
si llegase a ocurrir
es hechizo poderoso
de luz o sombras
cosa de dioses

digo yo...

busco yo...

...
Quiero compartir
desesperado, eufórico
como designio escrito
en las mismas voces
que escudriño

Pero en la faena mancillo
espanto, aburro a las bestias dioses
mato la hierba que germinó en sus huellas
los toco y fallecen
con sus caras de ídolos hermosos
sus caras ambiguas, neutras
que yo en mí hago tristes
(porque la muerte trae pena)
mientras se unden difusas
en las aguas de la Frontera

Y me dicen
"Aún no es tu lugar"


II

La faena sigue día a día
hay una Bruja oscura que me ama
llena mis alforjas de maná
y su fabuloso corazón
atrae a los pájaros
que saben y enseñan
a cantar
en la lengua invisible
del amor

miércoles, 30 de mayo de 2012

Cartomancia

Así
imbricar las cartas
de las barajas
y ver cuales se lleva
o deja
el viento

martes, 20 de marzo de 2012

Desbocado

Ardo
frente a ti

Sin miedo
abrazar tu alma incandescente
sin miedo elegir morir

Ya siento melancolía
del presente

Me postergo y me equivoco

Accedo a dioses
y sus pieles me incineran

Yo permanezco allí
enamorado
encandilado

Mi piel un mausoleo
que camina

Y otros muertos
que transitan
la saludan

viernes, 16 de marzo de 2012

Fe

Mi pelo tieso como juncos o pelaje de castor. Son las flores ralas y umbrotrópicas de nuestro amor, brotando briosas, tiernamente anegadas por aquel estanque de aromas. Ese que yace escondido. Saludable.
Quien se me acerque y respire mi cabello, tal vez encuentre reminiscencias de su propio animal y desee, como yo deseo, amar desde su bestia y entregarse con fe y despojo a los designios del Demiurgo.

martes, 14 de febrero de 2012

asesino triste

Si hablo mato
invento el cuerpo
invento una carne y una piel
en dónde se hundirá el puñal del miedo

Como a mi alma presa
quiero yo vestir
de piel que define 
todo aquello que vive muerto
que vive pleno y sereno
para poder tener
para poder abrazar la esencia
de aquello que se ama
y ser una misma cosa

Si a esa palabra
la menciono
te espantas mi vida
porque sos libre
porque sos bestia
porque no te define el sexo
porque no sos especie en el almanaque

Porque vas a sangrar y a aburrirte
qué por la luna
qué por que así es la vida

Si no la digo no tengo nada
y me vuelvo
apenas un contemplador
apenas un fantasma
una sombra
de huesos palpables
apenas la esperanza
de aquella piedrita espacial 
ardiendo efímera mientras penetra el cielo
hermosa muerte fugaz
entre millones de estrellas fatuas estáticas

Si lo digo apenas te abrazo un instante
y luego
ya empiezo
a perderte